Con Fabian, mi flaitecito, teníamos un "algo", una relación bajo ningún nombre, pero leal y apasionada, no nos sentábamos juntos en clases para que no tuviera problemas con sus amigos y para poder concentrarnos ambos, aunque sentarme dos filas atrás de él no me ayudaba mucho, pasaba prácticamente la mitad de la clase observando su ancha espalda, su cuello, incluso me sorprendí apreciando su cabello, pensando en como mis manos recorrían todo eso cuando eramos uno. Las cosas iban bien, salíamos a hartas partes, conocí a sus amigos, su familia, me quedaba en su casa, él también conoció a mis amigos, ante todos ellos (salvo algunos de mis amigos) eramos simples compañeros-amigos de la U. Disfrutamos en mi cama, en su cama, en la cama de mis padres, en mi living, en su living, en fin, en donde nos pillaba el momento de ser bestias. Estaba terminando el semestre que se postergó por el paro tan largo del año, yo estaba pasando todos los ramos, pero Fabian se estaba echando dos, s...
Relatos de mis experiencias.