Bendita Universidad VI

Con Fabian las cosas no iban bien, desde ese viernes en química algo cambió, dejó de sentarse a mi lado, con suerte me saludaba, yo y mi bestia estábamos siendo destrozadas por completo. A pesar de todo, lo veía venir, siempre pensé que tarde o temprano mi gran fantasía terminaría, pero estaba en negación ante tanta indiferencia.

Como solo quedaba dar pruebas y casi nada de clases, ya casi no veía a Fabian. Un día, en un ataque de valor, le envié un inbox por Facebook, un simple e ingenuo "Hola, ¿cómo estás?", dejó el visto cerca de las 3 de la tarde, me había dado por vencido, sentía que era lo que necesitaba para sacar la sed hacia Fabian de mi bestia, pero y ese mismo día, cerca de las 11 de la noche me respondió con un "hermano, te extraño", yo y mi bestia nos estremecimos, no sabía que decir, lo interpretaba como un grito de auxilio y toda la esperanza y sed volvió a mi. Estuvimos conversando por 3 horas solo por el chat, se notaba por como escribía que estaba algo ebrio y me decía que sus amigos de la U empezaron a sospechar de nosotros y que él no quería ser catalogado de gay o algo, le dije que entendía, que no esperaba que fuera lo contrario, pero ahí él me dijo "pero hermano, no es por ellos que me dio miedo la wea, es por ti", no supe qué pensar en ese momento, todo se estaba volviendo tan raro, Fabian solo era quien alimentaba a mi bestia, siempre me prohibí mirarlo con otros ojos, le dije que no entendía, que qué estaba pasando y no me respondió, al lunes siguiente me lo encontré en la U, no fue capaz de mirarme a los ojos, solo miró al suelo con un aura de vergüenza que no podía explicar, me llené de valor nuevamente y me acerqué a decirle que necesitaba hablar con él, teníamos una prueba, así que le dije que si salía antes lo esperaría para conversar y que él hiciera lo mismo, con cara de sorprendido asintió, me percaté cómo sus amigos nos miraban y no hice más que mirarlos con desprecio. Pasada la prueba, salí de la sala, me fijé antes de salir y Fabian ya no estaba dentro, lo busqué y no lo encontré, mi bestia y yo estábamos abatidos, pero cuando ya me estaba encaminando a la salida del denominado mall, Fabian salió de un pasillo y me tomó del brazo, era un pasillo muy oscuro, me dijo "aquí podemos hablar tranquilos".

Nos sentamos en el suelo, uno al lado del otro, nadie dijo nada por cerca de 2 minutos, luego Fabian suspiró y me dijo "Hermano, la wea es que siento algo por ti, me calentai caleta y todo, pero como que quiero algo más", quedé paralizado, mi bestia se bañó de sus palabras  y yo asimilando la situación le respondí que sentía algo parecido, no veía su cara, pero percibía el nerviosismo, le dije que también me calentaba mucho, que todo había nacido como una fantasía mía, como algo netamente sexual, pero que con el paso del tiempo mi necesidad de él era más que solo eso. Ambos estábamos siendo sinceros, Fabian con un tono de nerviosismo notorio me dijo "hermano, tengo miedo, no quiero esta wea", en el fondo sentía rabia por sus palabras, pero al mismo tiempo comprendía lo que él estaba pasando, estuvimos hablando un buen rato, yo le decía que para mi él era importante, tanto como para seguir el tipo de relación que teníamos antes si él quería, el no respondía, finalmente me dijo "estoy puro weando hermano, me gustai y que wea", me agarro certeramente la cara con su gran mano y nos besamos como nunca, había más que el típico fuego de nuestros besos, había más pasión, había cariño, nos besamos por un buen rato, nos separamos y me dijo "igual me seguí calentando caleta" a lo que atiné solo a reírme, mi bestia y yo éramos uno con Fabian ahora, podía ser yo y mi bestia y Fabian me quería igual. Salimos del pasillo, noté que su arma estaba erecta, ahora se veía aún más suculenta debajo de su short negro Puma. Ese día tenía hora al dentista, Fabian me acompañó, pasamos todo el día juntos, como nunca, conversamos de muchas cosas, estaba lleno de Fabian, llegada la noche lo invité a mi casa, nunca había invitado a amigos a mi casa, pero Fabian era más que un amigo y la invitación nació desde mi bestia.

Cuando llegamos a mi casa, mis padres se extrañaron de que haya invitado a alguien, les dije que Fabian era un compañero de la U y que teníamos una prueba el día siguiente (cosa que era cierto), teníamos que estudiar, en la cena Fabian se entendió bastante con mi padre sobre deportes, yo estaba encantado. Como no tengo escritorio nos quedamos estudiando en el comedor, teniendo a Fabian enfrente no podía concentrarme, mientras mis padres veían televisión, yo simulaba estudiar, mientras con mi pié tocaba el arma de Fabian sobre su short, se erectó en cosas de segundos, Fabian solo miraba para abajo y se reía, noté que él también solo fingía estudiar ya que llevaba un buen rato en la misma página de ejercicios. Al rato mis padres se fueron a dormir, durante una hora seguía con el juego con mi pié, Fabian me tocaba la pierna mientras lo hacía, yo ya era uno con mi bestia. Cuando ya noté que mis padres dormían, me agache y por debajo de la mesa hice que se asomara su preciada espada por una parte del short, comencé a jugar con mi lengua en su glande y Fabian acariciaba mi pelo, subí la parte de una pierna del short de Fabian hasta que su arma estaba del todo desnuda, con mi bestia disfrutábamos afilarla, la sensación era distinta, no era solo desde mi bestia, era de mi parte también. En un momento Fabian jadeando me dijo muy despacio "hermano me voy", así que seguí con mi trabajo, acariciaba sus testículos para estimular, Fabian no demoró en llenarme de su elixir.

Me paré y le dije "¿vamos a acostarnos?", Fabian asintió, fuimos a mi pieza, quedé en boxers y entré a mi cama, Fabian hizo lo mismo, nos besamos mientras Fabian levantaba mi espalda baja y comenzaba a ponerme encima de él, comenzó a apretar su espada ya erecta contra mi trasero, con mi bestia estábamos ardiendo, sus brazos envolvían mi torso y seguía besándome, me di vuelta y comencé a besar su marcado torso, noté que bajo el ombligo le producía algo porque contraía, así que con mi bestia pasamos nuestra lengua hasta su espada, se la lamía por sobre el boxer y Fabian miraba con una cara de placer inigualable, saqué su arma y nuevamente estaba ahí afilando su espada, Fabian me tomó la cara y me dijo "date vuelta hermano", nos pusimos en 69 y Fabian comenzó a lamer mi ano, era tan bueno, con mi bestia enloquecíamos del placer. Estuvimos un rato así, hasta que me paré y me senté sobre el arma de Fabían, en un principio le di la espalda y mientras saltaba descontroladamente intentado meter el menor ruido posible, sentía las manos de Fabian tocar mi espalda, aferrarse a mis caderas, luego me di vuelta y seguía saltando, veía la cara de placer de Fabian que era inigualable, me recosté sobre Fabían, ahora el subía y bajaba mientras nos besábamos, Fabian me miró y me dijo "lo hací como nadie hermano", yo solo sonreí, al cabo de un rato sentí como Fabian presionó con más fuerza mi cintura y me lleno de su líquido de placer, caí tendido sobre Fabian, lo miré y junto con mi bestia dijimos "tu si lo hací' rico", Fabian entre una cara de asombro y calentura me besó, miramos la hora y eran cerca de las 3 am, debíamos levantarnos a las 6 al otro día, así que partí al baño, luego Fabian.

Dormimos abrazados, creo que nunca había dormido tan cómodo. Al otro día desperté antes de la alarma, Fabian seguía durmiendo, se encontraba boca arriba y con su arma cargada, quise despertarlo jugando con su arma y así hice, Fabian despertó a los 5 minutos de haber empezado, entre exaltado y exitado me miró y dijo "la vola hermano" y disparó su arma, mis padres se levantaban más tarde, así que aprovechamos de ducharnos juntos y luego nos fuimos a la U.

Con mi bestia eramos uno, con Fabian eramos uno, tenía algo más con mi fantasía más grande, mi flaitecito.