La misma semana en que había tenido la conversación con Fabian y con mi Tío Sergio estuve muy pensativo, analizando la situación, por una parte quería hacerlo, quería disfrutar de ambos, pero por el otro sentía que solo lo hacía por culpa ante lo que le hice a mi flaitecito, mi pololo. Pasó una semana en que no lo hablé con Fabian, solo le había contado que mi Tío había accedido. Mi Tío Sergio fue muy respetuoso esa semana, no intentó propasarse en ningún momento, aún así, en las noches dormí con la puerta con llave, más que temer a él, le temía a mi bestia.
Empezaba la semana y ya me había decidido, quería experimentar, quería saber qué era estar con dos hombres a la vez y sobretodo, con quienes habían alimentado a mi bestia por bastante tiempo ya. Organicé todo, estuve encima de mis padres preguntándoles sobre reuniones en sus trabajos, ya que si bien los dos trabajaban, mi padre en ocasiones aparecía por la casa sin previo aviso porque terminaba alguna reunión con un cliente antes, y como estaba mi tío, la probabilidad del escenario podía aumentar aún más. Calculando, el día jueves sería perfecto, mi padre no tenía reuniones y mi madre iba a un paseo por la empresa por tres días. El miércoles cuándo me junté con Fabian le dije que sería perfecto el jueves, ante mi repentino comentario, miró al suelo y se puso pensativo, me dijo que llegaría temprano, apenas mi padre se fuera. Noté algo extraño en sus palabras, su tono, algo no estaba bien, pero él no quiso decirme qué era aún con todo lo que le insistí. Cuando llegué a casa le dije a mi Tío Sergio, el cual sonrió levemente diciendo "bueno sobrino, aquí estaré". Esa noche me costó conciliar el sueño.
A la mañana siguiente, mi padre se fue a la misma hora de siempre, no escuchaba ruido en la pieza de mi tío así que supuse que no se había despertado aún, me fui a duchar y cuando salí del baño entró el diciéndome "buenos días sobrino, será un gran día", yo solo sonreí tímidamente, él sabía que mi bestia deseaba todo lo que iba a pasar. Al rato llegó Fabian, lo recibí usando mi pijama veraniego una polera suelta con un short holgado, él nunca lo había visto, me dijo "oh hermano, que raro verte así" entre risas, entró y me besó, él estaba usando un short para hacer running que le quedaba muy apretado, era mi favorito, cuando lo usaba en clases era cuando menos podía poner atención, llevaba también un polerón nike y se había echado su perfume habitual, él que encendía a mi bestia solo con una pizca de su aroma. Le dije que mi Tío Sergio se estaba duchando, y me dijo "hermano estoy nervioso, no conozco a tu tío, no sé que weá", le dije que se calmara, que era una persona tranquila, muy respetuosa, y que no iba a hacer nada que él no quisiera. Nos sentamos en el comedor, le pregunté si quería desayuno y me dijo que no, al rato mi Tío Sergio se pasó del baño a su pieza y luego de unos minutos nos acompañó en el comedor, Fabian se veía inquieto cuando apareció mi Tío Sergio, ambos se dieron la mano cuando los presenté, pude sentir cierta tensión en aquel apretón, fue fuerte, ambos eran fuertes, ambos habían saciado a mi bestia. Estuvimos un rato conversando, mi Tío Sergio dirigió la conversa, hablaron de cosas de hombres, de deportes, incluso bromeando con comentarios sobre mujeres, no me sentí mal, estaba disfrutando del momento, de cómo compartían, mal que mal, era mi pololo conversando con un familiar.
Estuvieron conversando más de media hora, yo solo observaba, luego mi bestia se encendió, comprendí que si yo no empezaba lo que tenía que pasar, nada lo iba a hacer, por debajo de la mesa empecé a tocar a Fabian, mi bestia quería lo que él podía darme y más, agarré su arma la cual no demoró en crecer en su totalidad, con ese short era más fácil aún, la expresión de Fabian cambió, él deseaba eso, mi Tío Sergio se percató y dijo "¿de qué me estoy perdiendo sobrino?", Fabian solo miraba hacia abajo, supuse que era vergüenza de estar haciendo eso con alguien más, pero luego su expresión cambió, algo prendió en mi flaitecito, porque se paró y por el costado del short sacó su espada, quedé un tanto perplejo, pero mi bestia ardía, a mi y a mi bestia nos encantaba que Fabian fuera caliente, tomé su espada y la comencé a afilar, lo hacía con mucha pasión, mi bestia ya gobernaba en mi, mientras lo hacía a ratos miraba a mi Tío, y vi como comenzó a masturbarse, se paró al lado de la mesa y se sacó la polera, ahí estaba yo, dándole placer a Fabian mientras miraba a mi Tío tentándome con su arma, se acercó a nosotros y Fabian con algo de rechazo le dijo "por fa' no me toque, no quiero esa wea", mi tío soltó una pequeña risa y le respondió "tranquilo, si no estoy aquí por ti", de cierta manera me sentía alagado. De un momento a otro tenía las dos armas apuntándome, afilaba ambas, con mucha pasión, mucha lujuria, me percaté en ese momento que la de Fabian era más grande, pero la de mi Tío Sergio era más venosa, algo que prendía a mi bestia, seguía con mi trabajo, y vi que mi tío le tocaba el hombro a Fabian, al parecer ya se había rendido al placer, mi tío disfrutaba, de seguro también le excitaba Fabian, no lo culpo por ello. Mi tío se puso al lado de Fabian y lo envolvió con su brazo, yo seguía, los tres estábamos ardiendo de placer, de un momento a otro, mi tío Sergio y mi flaitecito Fabian se estaban besando, no supe qué pensar, fue difícil al principio, pero mi bestia se había apoderado ya hace rato, y de cierta manera la llama aumentó, me paré y me besé con los dos, Fabian era más agresivo con los besos, pero ambos me alimentaban.
Nos fuimos al living, y ahí en el sillón grande, donde muchas veces vi películas con mi tío siendo pequeño. Se sentó mi tío, yo apoyé mis palmas y mis rodillas a su lado y seguí dándole placer con mi boca, mientras que Fabian comenzó a lamer mi ano, el placer era inhumano, ardía, para ese momento ya no pensaba si lo que estaba haciendo estaba bien o mal, simplemente lo hacía. Fabian seguía y me daba la impresión de que estaba más caliente que nunca, ya que hacía cosas que nunca había hecho. Fabian se detuvo, y sentí su espada tentándome por atrás, la sobaba en mi, mi bestia enloquecía de placer y tal parece que mi tío Sergio lo sentía, porque cada vez gemía más con el trabajo que estaba haciendo. De un momento a otro, Fabian introdujo su arma, primero lento, pero luego de golpe, como estábamos habituados, él sabía que a mi y a mi bestia nos encantaba, me comenzó a ametrallar rápidamente, yo gemía de placer, mi bestia se ahogaba en su cáliz, seguía dándole placer a mi tío Sergio con mi boca, lentamente, luego rápido, no olvidaba sus testículos, ni tampoco su entrepierna, sabía que le gustaba, estaba en ello cuando sentí a mi tío tensarse, con sus dos manos empujó mi cabeza hacia el con su arma en mi boca y llenó de elixir, yo solo trague, era el alimento preferido de mi bestia, Fabian seguía con su ataque hacia mi, cada vez mas fuerte, más rápido. Mi tío me acarició el pelo y se paró, supuse que había ido al baño, yo seguía con mi flaitecito dándome placer, dándole placer a mi bestia. Mi tío volvió y nuevamente tenía su arma erecta, me sorprendió, pero yo solo quería placer, se puso detrás de Fabian y al parecer posicionó su arma cerca del trasero de Fabian, porque éste agresivamente le dijo "¿hermano qué wea?, a mi no me gusta esa wea", me preocupé un poco, pero mi tío retrocedió y solo se masturbó a su lado, Fabian seguía y seguía, como nunca, como siempre. Luego miré y se estaba besando con mi tío, él sabía lo que estaba haciendo, de un momento a otro, Fabian me presionó fuertemente hacia él y me llenó de su cáliz, todo mientras se besaba apasionadamente con mi tío, el placer era mucho, estábamos todos ardiendo en aquella habitación. Fabian se alejó un poco y yo me paré, mi tío se sentó y me dijo "sobrino, ahora me toca a mí", mi bestia estaba ciertamente algo saciada, pero siempre se puede más, me senté sobre mi tío, mirándolo, y comencé a cabalgar, mi tío con sus fuertes brazos afirmaba mi espalda, y como siempre me pasaba con él, me sentía protegido mientras alimentaba a mi bestia. Fabian se sentó al lado de nosotros, no miraba mucho, al parecer le molestaba un poco, tampoco volvió se volvió a erectar su arma, intenté tocarlo, pero nada, me preocupé un poco, pero mi tío había comenzado a penetrarme cada vez más rápido y fuerte, el placer era máximo, estábamos exaltados con nuestra bestia, de un momento a otro mi tío lanzó su segunda descarga dentro de mi. Aún sentado en él, y agitados, me besó, luego tomó la cabeza de Fabian, lo trajo hacia nosotros y nos besamos los tres.
Me paré y fui al baño, los dejé solos, no esperaba que pasara nada la verdad, Fabian ya no se veía cómodo, me duche rápidamente y cuando salí Fabian estaba en mi pieza y mi tío esperando el baño, él me dijo "parece que se enojó su pololo, hable con el", quedé asustado. Entré a la pieza y cerré la puerta, Fabian ya se había vestido, estaba sentado en la orilla de la cama mirando al suelo, no me miró al yo entrar, le pregunté qué estaba mal, si acaso estaba enojado, entonces me miró y me dijo "hermano, no sirvo para esto, como que no quiero compartirte, no sé qué wea", en ese momento comprendí que había arruinado todo, nuestra sed fue saciada, experimentamos algo nuevo, pero quizás qué costo tendría ahora para mí y mi flaitecito.
Empezaba la semana y ya me había decidido, quería experimentar, quería saber qué era estar con dos hombres a la vez y sobretodo, con quienes habían alimentado a mi bestia por bastante tiempo ya. Organicé todo, estuve encima de mis padres preguntándoles sobre reuniones en sus trabajos, ya que si bien los dos trabajaban, mi padre en ocasiones aparecía por la casa sin previo aviso porque terminaba alguna reunión con un cliente antes, y como estaba mi tío, la probabilidad del escenario podía aumentar aún más. Calculando, el día jueves sería perfecto, mi padre no tenía reuniones y mi madre iba a un paseo por la empresa por tres días. El miércoles cuándo me junté con Fabian le dije que sería perfecto el jueves, ante mi repentino comentario, miró al suelo y se puso pensativo, me dijo que llegaría temprano, apenas mi padre se fuera. Noté algo extraño en sus palabras, su tono, algo no estaba bien, pero él no quiso decirme qué era aún con todo lo que le insistí. Cuando llegué a casa le dije a mi Tío Sergio, el cual sonrió levemente diciendo "bueno sobrino, aquí estaré". Esa noche me costó conciliar el sueño.
A la mañana siguiente, mi padre se fue a la misma hora de siempre, no escuchaba ruido en la pieza de mi tío así que supuse que no se había despertado aún, me fui a duchar y cuando salí del baño entró el diciéndome "buenos días sobrino, será un gran día", yo solo sonreí tímidamente, él sabía que mi bestia deseaba todo lo que iba a pasar. Al rato llegó Fabian, lo recibí usando mi pijama veraniego una polera suelta con un short holgado, él nunca lo había visto, me dijo "oh hermano, que raro verte así" entre risas, entró y me besó, él estaba usando un short para hacer running que le quedaba muy apretado, era mi favorito, cuando lo usaba en clases era cuando menos podía poner atención, llevaba también un polerón nike y se había echado su perfume habitual, él que encendía a mi bestia solo con una pizca de su aroma. Le dije que mi Tío Sergio se estaba duchando, y me dijo "hermano estoy nervioso, no conozco a tu tío, no sé que weá", le dije que se calmara, que era una persona tranquila, muy respetuosa, y que no iba a hacer nada que él no quisiera. Nos sentamos en el comedor, le pregunté si quería desayuno y me dijo que no, al rato mi Tío Sergio se pasó del baño a su pieza y luego de unos minutos nos acompañó en el comedor, Fabian se veía inquieto cuando apareció mi Tío Sergio, ambos se dieron la mano cuando los presenté, pude sentir cierta tensión en aquel apretón, fue fuerte, ambos eran fuertes, ambos habían saciado a mi bestia. Estuvimos un rato conversando, mi Tío Sergio dirigió la conversa, hablaron de cosas de hombres, de deportes, incluso bromeando con comentarios sobre mujeres, no me sentí mal, estaba disfrutando del momento, de cómo compartían, mal que mal, era mi pololo conversando con un familiar.
Estuvieron conversando más de media hora, yo solo observaba, luego mi bestia se encendió, comprendí que si yo no empezaba lo que tenía que pasar, nada lo iba a hacer, por debajo de la mesa empecé a tocar a Fabian, mi bestia quería lo que él podía darme y más, agarré su arma la cual no demoró en crecer en su totalidad, con ese short era más fácil aún, la expresión de Fabian cambió, él deseaba eso, mi Tío Sergio se percató y dijo "¿de qué me estoy perdiendo sobrino?", Fabian solo miraba hacia abajo, supuse que era vergüenza de estar haciendo eso con alguien más, pero luego su expresión cambió, algo prendió en mi flaitecito, porque se paró y por el costado del short sacó su espada, quedé un tanto perplejo, pero mi bestia ardía, a mi y a mi bestia nos encantaba que Fabian fuera caliente, tomé su espada y la comencé a afilar, lo hacía con mucha pasión, mi bestia ya gobernaba en mi, mientras lo hacía a ratos miraba a mi Tío, y vi como comenzó a masturbarse, se paró al lado de la mesa y se sacó la polera, ahí estaba yo, dándole placer a Fabian mientras miraba a mi Tío tentándome con su arma, se acercó a nosotros y Fabian con algo de rechazo le dijo "por fa' no me toque, no quiero esa wea", mi tío soltó una pequeña risa y le respondió "tranquilo, si no estoy aquí por ti", de cierta manera me sentía alagado. De un momento a otro tenía las dos armas apuntándome, afilaba ambas, con mucha pasión, mucha lujuria, me percaté en ese momento que la de Fabian era más grande, pero la de mi Tío Sergio era más venosa, algo que prendía a mi bestia, seguía con mi trabajo, y vi que mi tío le tocaba el hombro a Fabian, al parecer ya se había rendido al placer, mi tío disfrutaba, de seguro también le excitaba Fabian, no lo culpo por ello. Mi tío se puso al lado de Fabian y lo envolvió con su brazo, yo seguía, los tres estábamos ardiendo de placer, de un momento a otro, mi tío Sergio y mi flaitecito Fabian se estaban besando, no supe qué pensar, fue difícil al principio, pero mi bestia se había apoderado ya hace rato, y de cierta manera la llama aumentó, me paré y me besé con los dos, Fabian era más agresivo con los besos, pero ambos me alimentaban.
Nos fuimos al living, y ahí en el sillón grande, donde muchas veces vi películas con mi tío siendo pequeño. Se sentó mi tío, yo apoyé mis palmas y mis rodillas a su lado y seguí dándole placer con mi boca, mientras que Fabian comenzó a lamer mi ano, el placer era inhumano, ardía, para ese momento ya no pensaba si lo que estaba haciendo estaba bien o mal, simplemente lo hacía. Fabian seguía y me daba la impresión de que estaba más caliente que nunca, ya que hacía cosas que nunca había hecho. Fabian se detuvo, y sentí su espada tentándome por atrás, la sobaba en mi, mi bestia enloquecía de placer y tal parece que mi tío Sergio lo sentía, porque cada vez gemía más con el trabajo que estaba haciendo. De un momento a otro, Fabian introdujo su arma, primero lento, pero luego de golpe, como estábamos habituados, él sabía que a mi y a mi bestia nos encantaba, me comenzó a ametrallar rápidamente, yo gemía de placer, mi bestia se ahogaba en su cáliz, seguía dándole placer a mi tío Sergio con mi boca, lentamente, luego rápido, no olvidaba sus testículos, ni tampoco su entrepierna, sabía que le gustaba, estaba en ello cuando sentí a mi tío tensarse, con sus dos manos empujó mi cabeza hacia el con su arma en mi boca y llenó de elixir, yo solo trague, era el alimento preferido de mi bestia, Fabian seguía con su ataque hacia mi, cada vez mas fuerte, más rápido. Mi tío me acarició el pelo y se paró, supuse que había ido al baño, yo seguía con mi flaitecito dándome placer, dándole placer a mi bestia. Mi tío volvió y nuevamente tenía su arma erecta, me sorprendió, pero yo solo quería placer, se puso detrás de Fabian y al parecer posicionó su arma cerca del trasero de Fabian, porque éste agresivamente le dijo "¿hermano qué wea?, a mi no me gusta esa wea", me preocupé un poco, pero mi tío retrocedió y solo se masturbó a su lado, Fabian seguía y seguía, como nunca, como siempre. Luego miré y se estaba besando con mi tío, él sabía lo que estaba haciendo, de un momento a otro, Fabian me presionó fuertemente hacia él y me llenó de su cáliz, todo mientras se besaba apasionadamente con mi tío, el placer era mucho, estábamos todos ardiendo en aquella habitación. Fabian se alejó un poco y yo me paré, mi tío se sentó y me dijo "sobrino, ahora me toca a mí", mi bestia estaba ciertamente algo saciada, pero siempre se puede más, me senté sobre mi tío, mirándolo, y comencé a cabalgar, mi tío con sus fuertes brazos afirmaba mi espalda, y como siempre me pasaba con él, me sentía protegido mientras alimentaba a mi bestia. Fabian se sentó al lado de nosotros, no miraba mucho, al parecer le molestaba un poco, tampoco volvió se volvió a erectar su arma, intenté tocarlo, pero nada, me preocupé un poco, pero mi tío había comenzado a penetrarme cada vez más rápido y fuerte, el placer era máximo, estábamos exaltados con nuestra bestia, de un momento a otro mi tío lanzó su segunda descarga dentro de mi. Aún sentado en él, y agitados, me besó, luego tomó la cabeza de Fabian, lo trajo hacia nosotros y nos besamos los tres.
Me paré y fui al baño, los dejé solos, no esperaba que pasara nada la verdad, Fabian ya no se veía cómodo, me duche rápidamente y cuando salí Fabian estaba en mi pieza y mi tío esperando el baño, él me dijo "parece que se enojó su pololo, hable con el", quedé asustado. Entré a la pieza y cerré la puerta, Fabian ya se había vestido, estaba sentado en la orilla de la cama mirando al suelo, no me miró al yo entrar, le pregunté qué estaba mal, si acaso estaba enojado, entonces me miró y me dijo "hermano, no sirvo para esto, como que no quiero compartirte, no sé qué wea", en ese momento comprendí que había arruinado todo, nuestra sed fue saciada, experimentamos algo nuevo, pero quizás qué costo tendría ahora para mí y mi flaitecito.
Buen relato, ojalá que el próximo no demores tanto en subirlo :)
ResponderEliminarsaludos
Muchas gracias, perdón las demoras, sigo estudiando en la universidad y trabajo también.
EliminarDemorate lo que corresponda no más, excelente relato y que lata que a tu pololo le haya bajado el arrepentimiento al final. Espero lo hayan solucionado :D
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, una lástima la verdad lo que pasó, pero se disfrutó.
EliminarMas capítulos porfaaa :( !!!
ResponderEliminarMuy pronto ;)
EliminarPor favor otro capítulo:'(, igual que lata no me hubiese dejado a hacer un trio menos que vieran a mi pololo. Que incómodo:c
ResponderEliminarSí, he estado muy ocupado por la universidad, pronto habrá uno nuevo
EliminarPara ser ingeniero, escribes muy bien!
ResponderEliminarMe gusta cómo desarrollas la psicología (bestia) de ti mismo y claro, uno echa de menos que expreses más la de Fabián: por ejemplo cómo es que él se abrió a una experiencia con otro hombre.
También enriquecería el relato tus esfuerzos frente al estudio.
Muchas gracias por tus comentarios, pronto se vendrán más relatos
EliminarSaludos!! Debo confesar que siento algún tipo de adicción a tus historias, y por lo mismo te lo imploro, sube otro capítulo por fa!
ResponderEliminarAsí será, pronto se viene uno nuevo, ¡Muchas gracias!
EliminarCuando subirás un nuevo capítulo?
ResponderEliminarEn esta semana sin falta habrá uno nuevo
Eliminarhola , muy buena tu historia , ojala que al dia de hoy sigas con tu pololo, igual mala onda tu tio , te tuvo que haber respetado si estabas pololeando ,intenta subir otro relato para ver como sigue tu relación
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, sí, fue una lata la verdad
EliminarSube pronto otro capítulo por favor, que de verdad quiero saber más de tu historia 🤔
ResponderEliminarPronto se vendrá uno nuevo, gracias por tu comentario, saludos
EliminarComparto otros blogs de tematica similares mientras vuelve a escribir.
ResponderEliminarNuestrosecretoblog.blogspot.cl
Solomashistoriasdeamor.blogspot.cl
Borjainlove4ever.blogspot.cl/?m=1
Si conocen mas blogs dejar en comentarios.
http://cronicas-de-un-flaquito.blogspot.es
ResponderEliminarÉchenle un ojo. Saludos!