Ir al contenido principal

Mi Tío Sergio

Dejando de lado un poco a Fabian, con quien mantenía conversaciones normales solo por Facebook, pude experimentar otras de mis fantasías, los mayores.
El tío Sergio, hermano de mi papá, un hombre de tomo y lomo, varonil, alto, de tez blanca pero bronceado, con un poco de barba, ojos color miel como yo, digamos que vive en el "campo" en el sur, siempre lo veía poco, solo para vacaciones año por medio.
Debido a que se separó de su esposa tuvo que venir a Santiago a hacer tramites y se quedó en nuestra casa.

El tío Sergio llegó un viernes por la mañana y durmió toda la tarde, como yo estaba en vacaciones de invierno ese día no tenía sueño, mi tío se levantó cuando ya todos estaban durmiendo y yo estaba con mi notebook en el living, me metió conversa, me decía que yo ya estaba grande como para conversaciones de adultos, hablamos y hablamos sobre la vida y de repente me pregunta "¿y la polola?", a lo que me pongo muy nervioso y le dije, que no, no pasa nada, se río y se fue a dormir de nuevo, me pareció muy raro, en el momento no entendí.

A la otra semana, el día lunes, mis padres salieron a trabajar y me quedé solo en casa con mi tío Sergio, me levanté tipo 11 de la mañana, partí al baño y sorpresivamente salio mi tío desnudo solamente con la toalla en la cintura, su cuerpo era esplendido, varonil, unos pequeños pelos en el pecho y musculoso, supuse que era por cortar leña, su arma se notaba por debajo de la toalla, mi tío estaba muy bien cuidado para los 43 años que tenía; quedé en shock, perplejo, mi bestia que solo nacía al ver, hablar o pensar en Fabian, ahora estaba sediento por un poco de mi tío, de Sergio. Él también se paró y me dijo "¿qué pasa sobrino?", le respondí mirando al suelo y un poco nervioso "no nada, me asusté", se rió con la misma risa de ese sábado por la madrugada, y dijo, "ya pase sobrino, ocupe el baño", se fue a su pieaza y me metí al baño, jamás había pensado desde la bestia por mi tío, siempre fue eso, mi tío, nada más, había quedado atónito, mi sed interna estaba en su pic, de un momento a otro, solo quería que me poseyera, que alimentara mi bestia, que saciara la sed que me había nacido por él.
Olvidé por completo a Fabian esa semana, siquiera hablaba con él por Facebook, me levantaba todo los días a la misma hora para ver a mi tío salir del baño, lo hacía a escondidas, intentaba entrar de improvisto a su pieza para verlo desnudo excusándome que buscaba algo, habían pasado ya tres días y era un infierno estar en mi casa, la bestia quería saltar, despojar de toda la ropa mi tío y comérselo vivo, comerle todo.

Y al fin, llegó el día, mi día de suerte, el jueves de esa misma semana, mi tío al parecer entro más temprano a ducharse porque cuando me levanté el baño estaba desocupado, me auto-torturé por no poder haberlo visto de nuevo, así que agarré mis cosas y me duché yo, salí de la ducha y mi tío estaba tomando desayuno, así que me vestí rápidamente y no sé como, mi bestia habló por mi, coquetamente le dije "¿lo acompaño?, tan solo que está", me miró, sonrió y me dijo "siéntese no más, es su casa", me senté a su lado y lo miraba de reojo, el incendio en mi me estaba quemando, de los nervios no paraba de mover los pies, me dijo "tanto que mueve los pies, ¿lo pongo nervioso?", me reí nerviosamente, creo que me sonrojé en ese momento y le dije "no, soy un tanto inquieto", me metió conversa como la de ese sábado, pero ahora la pregunta fue otra, "¿y su pareja?" me dijo, en mi mente algo prendió, le abrieron el candado a la bestia enjaulada, respondí lo mismo "no pasa nada", y me dijo, "¿por qué?, si usted es tan lindo", en ese momento mi incendió se transformó en una bomba, debía de tener la cara muy roja, porque continuó "chuta que se me puso nervioso, se ve más lindo colorado", no me salían palabras, hasta la bestia estaba nerviosa, solo sonreí y miré a la mesa, no podía hacer más, en eso dijo "que me dio calor el té" y se sacó la polera con la que andaba, ahí estaba yo de nuevo contra su pecho descubierto, esta vez no fui discreto, lo miré y no paré de mirarlo con deseo, con sed, desde la bestia; se rió como siempre lo hacía y me dijo "ahora si que te puse nervioso cabro", se paró y agarrándome de los hombros me paró también, me miró y me dijo "siempre esperé a que fuera mayor usted para hacer esto" y me besó, muy apasionadamente, ni a Fabian lo había besado, pero estaba ahí con mi tío Sergio, besándonos sin control, me seguía afirmando con una fuerza increíble, me llevó mientras me besaba a su pieza, me tiró a la cama, mi bestia estaba siendo alimentada, su sed estaba siendo acabada, me sacó la polera con mucha fuerza, siempre bruto, me calentaba aún más, se sacó los shorts con los que andaba y me sacó los pantalones, quedó él en boxers con su arma ya erecta, y yo en cansolsillos listo para que me dominara, puso mi piernas sobre sus hombros y empezó a sobar su miembro contra mi trasero mientras me besaba y besaba, no podía más del placer, sentí que me estaba volviendo loco, me agarró de los hombros y me sentó sobre él, nunca dejamos de besarnos, me apartó, se bajó los boxers y ahí estaba, su gran arma, era mucho más grande que la de Fabian, en el momento me asusté un poco, pero lo único que quería era saciar mi sed por completo, bajé hasta su arma y comencé a hacer mi trabajo, intenté meterla toda en mi boca pero no pude, me atragantaba mucho, lo hice lo mejor que pude, descontrolado, ya la bestia estaba actuando por mí, mi tío gemía bruscamente, me agarró del pelo y empezó a meterla él, no sentía dolor, solo placer, me levantó y me besó como no lo había hecho, sentía su lengua dominar mi propia boca, me decía con su fuerza que él mandaba, me lanzó de espalda sobre la cama y empezó a besar mi abdomen, levantó mis piernas y comenzó a lamer mi ano, lo hacía con tanta intención, sentía como los pelos de su barba rozaban mi trasero y sentía aún  más placer, mordía mi trasero a ratos, eso me volvía loco,  escupía sobre él, y empezó a meter dedos, ya no podía del placer, gemía descontrolado, mi bestia estaba entrando en la demencia, el placer se estaba apoderando de mí, le rasguñaba los brazos, esa era mi bestia en su totalidad.
Me preguntó "¿te lo han metido antes?", le exclamé que sí, bajó mi cintura, aún con mis piernas sobre sus hombros, escupió sobre su arma y comenzó a entrar, lo hacía lentamente, él sabía que su miembro es más grande de lo normal; el dolor me invadía, pero mi tío lo hacía con tanto cuidado que jamás retrocedí, ya sentía que la tenía toda adentro, y comenzó a moverse lentamente, me miraba fijamente a los ojos, creo que desde su bestia, nuestras bestias estaban en su totalidad presentes, empezó a moverse rápido y más rápido, gemíamos descontroladamente, nadie podía escucharnos, podíamos hacerlo si queríamos, comenzó a besarme, sentía su pecho sobre el mío, su miembro en lo más profundo de mis entrañas, su bestia en mi; me agarró por los hombros y sin sacar su arma de mi, quedé sentado sobre él, era mi turno de moverme, salté sobre él con toda la fuerza que tenía, su cara de placer me daba aún más fuerza para saltar, me paró, sentí un poco de dolor cuando salió de mi, me acostó sobre mi pecho y juntó mis piernas, me dijo "así me gusta más", metió a su guerrero de una vez, fue el dolor más grande que había sentido en la vida, pero increíblemente, el placer era más, empezó a meterla bruscamente como si estuviera haciendo lagartijas, luego reposó sobre mi y solo movía su trasero mientras me besaba, mordía mi oreja y yo solo gemía, gemía y gemía.
Me agarró por el cuello con su brazo, me ahogaba, pero se sentía placentero, y de un momento a otro, sin aviso ni señas, me llenó con su elixir de vida, con su cura para mi sed, con su liquido de placer. Se levantó y lanzó un poco sobre mi espalda, se paró y me dijo "puta que quería hacer esto hace tiempo con usted, si no tuviera que hacer tramites seguiría todo el día", yo exhausto ya de placer solo le dije "vaya no más, se repetirá, lo sé", me sonrió y se fue a duchar, pensé en entrar a ducharme con él, pero estaba de verdad muy exhausto, mi tío se vistió frente de mí, me besó apasionadamente y se fue a ser sus tramites, quedé en su cama por horas tirado, me senté y vi sus boxers, los tomé y admiré el aroma de lo que me había destruido por dentro, me levante y me duché, estuve toda la tarde sobre mi cama pensando en lo que había pasado, en todo el placer que había experimentado, llegaron mis papás y luego llegó mi tío Sergio, tomamos once todos y por juego tocaba a mi tío por debajo de la mesa con los pies, él no hacía nada más que reír excusándose que recordaba algo gracioso, vimos un rato tele y mi tío se fue a dormir porque tenía que levantarse temprano al otro día, pensé en entrar a su pieza, pero el miedo de que nos pillarán en algo me detuvo, mi bestia estaba débil, aún expectante de que volviera a ocurrir pero necesitaba un descanso, así que inusualmente me acosté temprano, pensé y pensé, que quería que se repitiera, mi tío, mi tío Sergio, él era otra bestia que contar.

Comentarios

  1. muy bueno tus relatos los he leido todos que bacan tu vida jajaja
    ojala que sigas escribiendo saludo

    ResponderEliminar
  2. que siutico el relato, sus "bestias" jaajajksks

    ResponderEliminar
  3. que siutico el relato, sus "bestias" jaajajksks

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una forma de hacer algo un tanto diferente, no tan tosco (no tengo nada en contra de quienes relatan sus experiencias así)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Bendita Universidad VI

Con Fabian las cosas no iban bien, desde ese viernes en química algo cambió, dejó de sentarse a mi lado, con suerte me saludaba, yo y mi bestia estábamos siendo destrozadas por completo. A pesar de todo, lo veía venir, siempre pensé que tarde o temprano mi gran fantasía terminaría, pero estaba en negación ante tanta indiferencia. Como solo quedaba dar pruebas y casi nada de clases, ya casi no veía a Fabian. Un día, en un ataque de valor, le envié un inbox por Facebook, un simple e ingenuo "Hola, ¿cómo estás?", dejó el visto cerca de las 3 de la tarde, me había dado por vencido, sentía que era lo que necesitaba para sacar la sed hacia Fabian de mi bestia, pero y ese mismo día, cerca de las 11 de la noche me respondió con un "hermano, te extraño", yo y mi bestia nos estremecimos, no sabía que decir, lo interpretaba como un grito de auxilio y toda la esperanza y sed volvió a mi. Estuvimos conversando por 3 horas solo por el chat, se notaba por como escribía que estab...

Bendita Universidad IX

Había pasado ya una semana desde mi aventura con Fabian mi flaitecito y mi tío Sergio, y las cosas no iban bien, Fabian estaba distante, hablábamos poco y no nos habíamos visto desde entonces. Por otro lado, mi tío Sergio seguía en casa insistiendo en repetir lo que había pasado, yo simplemente lo miraba cada vez que él me lo comentaba. Aburrido ya de esperar, le dije a Fabian que nos juntáramos a hablar, teníamos que hablar, lo necesitábamos. Nos juntamos en la mañana, temprano, en nuestro parque favorito, donde nadie miraba raro cuando expresábamos nuestro amor. Cuando llegó ya estaba raro, extraño, con la mirada baja, casi ni me miraba a los ojos; era obvio que algo estaba mal, ya lo sabía, sin embargo quería solucionarlo, sentía demasiadas cosas por Fabian. Lo saludé, se sentó a mi lado, le pregunté sin rodeo "¿qué pasa?", él hizo una mueca y no consiguió decir nada por un buen rato, yo solo esperaba, luego me dijo "hermano, no sé qué weá, me siento raro desde el o...

Bendita Universidad VIII X Mi Tío Sergio V

La misma semana en que había tenido la conversación con Fabian y con mi Tío Sergio estuve muy pensativo, analizando la situación, por una parte quería hacerlo, quería disfrutar de ambos, pero por el otro sentía que solo lo hacía por culpa ante lo que le hice a mi flaitecito, mi pololo. Pasó una semana en que no lo hablé con Fabian, solo le había contado que mi Tío había accedido. Mi Tío Sergio fue muy respetuoso esa semana, no intentó propasarse en ningún momento, aún así, en las noches dormí con la puerta con llave, más que temer a él, le temía a mi bestia. Empezaba la semana y ya me había decidido, quería experimentar, quería saber qué era estar con dos hombres a la vez y sobretodo, con quienes habían alimentado a mi bestia por bastante tiempo ya. Organicé todo, estuve encima de mis padres preguntándoles sobre reuniones en sus trabajos, ya que si bien los dos trabajaban, mi padre en ocasiones aparecía por la casa sin previo aviso porque terminaba alguna reunión con un cliente antes...