Después de días y días de pasión con mi tío Sergio, se devolvió a su casa en el sur, había tenido una experiencia como ninguna otra, mi bestia estaba descansada, con su sed latente pero no presente.
La universidad se encontraba en paro y hacía tiempo que no veía o sabía algo de Fabian, pero un día me habló él por Facebook, al parecer estaba ebrio y me decía cosas como "ven a verme po' hermano", como sabía que estaba ebrio no le hacía caso y sólo reía, al otro día le hablé preguntándole como estaba la caña, se demoró en responder y supuse que estaba leyendo lo que me había dicho el día anterior, se rió y me dijo "oh hermano la volaita de ayer", siguió así la conversa hasta que me dijo "no, de verdad hermano, por qué no me vení a ver", la sed se presentó, la bestia empezó a actuar respondí rápidamente "claro, cuándo", y me dijo que fuese ese día, que iba a estar solo, no lo dudé dos tiempos, me duché, vestí y salí.
Me fue a buscar al metro y andaba con un poleron puma negro y un buso negro apitillado, lo primero que hice fue observar su notable arma, llegó y se rio diciéndome "shaa disimula un poco po'", me reí muy nervioso, caminamos y tomamos una micro, hablamos de la universidad, de lo aburrido que estábamos con el paro, a ratos me distraía con la cantidad de flaitecitos que subían a la micro, Fabian se daba cuenta y me decía "parece que te traje al paraíso", yo solo reía, nos bajamos y fuimos a su casa, me decía cosas "no e' la gran cosa, pero se pasa bien", le dije que no me importaba, que venía por él. Me senté en el sillón de su living y me dijo que esperara que tenía que lavar la loza, al rato pasó a su pieza y me llamó, fui a verlo y estaba recostado sobre su espalda, solo en boxers y calcetines, en ese momento quedé paralizado, quería disfrutar la vista que estaba haciendo caer en la demencia a mi bestia, mi bestia devoro a Fabian solo con la mirada, me dijo "ya po'" y entré en acción, me lancé sobre él, comencé besándole sus hermosos pectorales, seguí con su marcado abdomen y luego succioné toda su arma por sobre el boxer, estaba en un infierno, sentía que me derretiría por todo el ardor interior que sentía, Fabian gemía y gemía, me agarró del pelo y me acercó a su cara, comenzamos a besarnos con una pasión inigualable, Fabian me besaba con tanto desenfreno, mis entrañas estaban ardiendo, mi bestia estaba por salir por completo, luego de ello nos miramos y Fabian sonrió, y se volvió a recostar con las manos en la cabeza, comencé nuevamente, le besé el cuello, los brazos, el abdomen, pasé por su abultado boxer y seguí por sus piernas, quería recorrerlo entero, le saqué los calcetines y comencé a succionar los dedos de sus pies, gemía con mucha más pasión cuándo lo hacía. Fabian se sentó, y mientras me besaba me desvistió, estaba viviendo mi fantasía nuevamente, pero de forma completa, Fabian estaba siendo mío y solamente mio, se sacó sus boxers y se paró sobre la cama, ahí estaba por tercera vez frente a su poderosa espada, su preciada presa, la que mi bestia quería devorar, comencé a darle el placer, lo hice como nunca, ya no era primera ni segunda vez que lo hacía, había ganado experiencia, Fabian gemía y gemía, agarraba mi cabeza y la metía toda, me atragantaba, pero no paraba, alimentaba a mi bestia que pareciera nunca se había alimentado, Fabian se volvió a recostar y proseguí, le miraba su cara de excitado y el placer me carcomía más, decía cosas como "oh hermano" y la sed de mi bestia aumentaba, a ratos lamía sus testículos y por debajo de ellos, Fabian no paraba de gemir, afirmó mi cabeza y me metió todo su miembro, de un momento a otro descargó todo su elixir en mi, como la primera vez, no fue necesario tragar de lo fuerte que entró. Fabian estaba agitado, se paró y me dijo "espera un poco", fue al baño y al rato volvió con su arma erecta y lista nuevamente para seguir la escena de pasión desenfrenada, me sorprendió que se le haya erectado tan rápido. Fabian de un empujón hizo que me recostara sobre la cama, se acostó sobre mi y empezó a frotar su monstruo entre mi trasero, ardía y ardía de pasión, Fabian me besaba el cuello, a ratos la boca, la oreja; se levantó, levantó mi trasero por la cintura y escupió en mi ser expectante a él, luego escupió sobre su gran monumento y comenzó a penetrar, a entrar en mi, a poseerme, cuando ya estaba adentro se volvió a recostar sobre mi espalda, entraba y salia, lo hacía rápido y después lento pero fuerte, me puso en cuatro sin salir de mi y siguió su accionar, me destruía por dentro, pero me daba la pasión necesaria para no quejarme, ambos gemiamos como siempre, el fuego se apoderó de los dos, nuestras bestias eran una, después salió de mi y se recostó en la cama, me paré y senté sobre él, ahora podía ver su cara de pasión al yo saltar sobre él, lo hacía cada vez con más fuerza y rapidez, saltaba y saltaba, la cara de Fabian le exigía a mi bestia hacerlo cada vez mejor, me recosté sobre él y nos besamos, mientras él comenzó a actuar, la pasión me estaba llevando al pic, al límite, y al parecer a él también, él seguía y seguía y yo solamente era suyo, me volvió a poner en cuatro y ahí lo hizo como nunca lo había hecho, fuerte, rápido, sin freno, como una bestia misma, como un animal, ambos gemiamos y de repente Fabian descargó todo su poder dentro de mi, nuevamente sentía como un río de placer recorría mi más profundas entrañas, eso era lo que quería mi bestia, el rio de pasión de Fabian para saciar su sed, o apagarla mientras; Fabian siguió metiendo su arma, pensé que seguiría, pero al parecer ya estaba exhausto de tanta pasión, salió de mi y se acostó al lado mio, me miro y se reía diciendo "la media vola hermano, no soy ni weko weon, pero con vo hago de todo", me sentí especial, sonreí y creo que mi bestia respondió por mi al decirle "yo hago lo que tu quieras", Fabian se extrañó de mi respuesta y siguió riendo.
Nos duchamos juntos, no pasó a más que besos y tocadas, ambos recorrimos nuestros cuerpos con las manos esta vez, Fabian me fue a dejar al metro y nos despedimos irónicamente de la mano y un beso en la mejilla, Fabian me susurró "cuando querai", produzco un escalofrios en mi, me recorrió entero, me fui en el metro pensando lo afortunado que era al vivir todo esto con Fabia, mi flaitecito.
La universidad se encontraba en paro y hacía tiempo que no veía o sabía algo de Fabian, pero un día me habló él por Facebook, al parecer estaba ebrio y me decía cosas como "ven a verme po' hermano", como sabía que estaba ebrio no le hacía caso y sólo reía, al otro día le hablé preguntándole como estaba la caña, se demoró en responder y supuse que estaba leyendo lo que me había dicho el día anterior, se rió y me dijo "oh hermano la volaita de ayer", siguió así la conversa hasta que me dijo "no, de verdad hermano, por qué no me vení a ver", la sed se presentó, la bestia empezó a actuar respondí rápidamente "claro, cuándo", y me dijo que fuese ese día, que iba a estar solo, no lo dudé dos tiempos, me duché, vestí y salí.
Me fue a buscar al metro y andaba con un poleron puma negro y un buso negro apitillado, lo primero que hice fue observar su notable arma, llegó y se rio diciéndome "shaa disimula un poco po'", me reí muy nervioso, caminamos y tomamos una micro, hablamos de la universidad, de lo aburrido que estábamos con el paro, a ratos me distraía con la cantidad de flaitecitos que subían a la micro, Fabian se daba cuenta y me decía "parece que te traje al paraíso", yo solo reía, nos bajamos y fuimos a su casa, me decía cosas "no e' la gran cosa, pero se pasa bien", le dije que no me importaba, que venía por él. Me senté en el sillón de su living y me dijo que esperara que tenía que lavar la loza, al rato pasó a su pieza y me llamó, fui a verlo y estaba recostado sobre su espalda, solo en boxers y calcetines, en ese momento quedé paralizado, quería disfrutar la vista que estaba haciendo caer en la demencia a mi bestia, mi bestia devoro a Fabian solo con la mirada, me dijo "ya po'" y entré en acción, me lancé sobre él, comencé besándole sus hermosos pectorales, seguí con su marcado abdomen y luego succioné toda su arma por sobre el boxer, estaba en un infierno, sentía que me derretiría por todo el ardor interior que sentía, Fabian gemía y gemía, me agarró del pelo y me acercó a su cara, comenzamos a besarnos con una pasión inigualable, Fabian me besaba con tanto desenfreno, mis entrañas estaban ardiendo, mi bestia estaba por salir por completo, luego de ello nos miramos y Fabian sonrió, y se volvió a recostar con las manos en la cabeza, comencé nuevamente, le besé el cuello, los brazos, el abdomen, pasé por su abultado boxer y seguí por sus piernas, quería recorrerlo entero, le saqué los calcetines y comencé a succionar los dedos de sus pies, gemía con mucha más pasión cuándo lo hacía. Fabian se sentó, y mientras me besaba me desvistió, estaba viviendo mi fantasía nuevamente, pero de forma completa, Fabian estaba siendo mío y solamente mio, se sacó sus boxers y se paró sobre la cama, ahí estaba por tercera vez frente a su poderosa espada, su preciada presa, la que mi bestia quería devorar, comencé a darle el placer, lo hice como nunca, ya no era primera ni segunda vez que lo hacía, había ganado experiencia, Fabian gemía y gemía, agarraba mi cabeza y la metía toda, me atragantaba, pero no paraba, alimentaba a mi bestia que pareciera nunca se había alimentado, Fabian se volvió a recostar y proseguí, le miraba su cara de excitado y el placer me carcomía más, decía cosas como "oh hermano" y la sed de mi bestia aumentaba, a ratos lamía sus testículos y por debajo de ellos, Fabian no paraba de gemir, afirmó mi cabeza y me metió todo su miembro, de un momento a otro descargó todo su elixir en mi, como la primera vez, no fue necesario tragar de lo fuerte que entró. Fabian estaba agitado, se paró y me dijo "espera un poco", fue al baño y al rato volvió con su arma erecta y lista nuevamente para seguir la escena de pasión desenfrenada, me sorprendió que se le haya erectado tan rápido. Fabian de un empujón hizo que me recostara sobre la cama, se acostó sobre mi y empezó a frotar su monstruo entre mi trasero, ardía y ardía de pasión, Fabian me besaba el cuello, a ratos la boca, la oreja; se levantó, levantó mi trasero por la cintura y escupió en mi ser expectante a él, luego escupió sobre su gran monumento y comenzó a penetrar, a entrar en mi, a poseerme, cuando ya estaba adentro se volvió a recostar sobre mi espalda, entraba y salia, lo hacía rápido y después lento pero fuerte, me puso en cuatro sin salir de mi y siguió su accionar, me destruía por dentro, pero me daba la pasión necesaria para no quejarme, ambos gemiamos como siempre, el fuego se apoderó de los dos, nuestras bestias eran una, después salió de mi y se recostó en la cama, me paré y senté sobre él, ahora podía ver su cara de pasión al yo saltar sobre él, lo hacía cada vez con más fuerza y rapidez, saltaba y saltaba, la cara de Fabian le exigía a mi bestia hacerlo cada vez mejor, me recosté sobre él y nos besamos, mientras él comenzó a actuar, la pasión me estaba llevando al pic, al límite, y al parecer a él también, él seguía y seguía y yo solamente era suyo, me volvió a poner en cuatro y ahí lo hizo como nunca lo había hecho, fuerte, rápido, sin freno, como una bestia misma, como un animal, ambos gemiamos y de repente Fabian descargó todo su poder dentro de mi, nuevamente sentía como un río de placer recorría mi más profundas entrañas, eso era lo que quería mi bestia, el rio de pasión de Fabian para saciar su sed, o apagarla mientras; Fabian siguió metiendo su arma, pensé que seguiría, pero al parecer ya estaba exhausto de tanta pasión, salió de mi y se acostó al lado mio, me miro y se reía diciendo "la media vola hermano, no soy ni weko weon, pero con vo hago de todo", me sentí especial, sonreí y creo que mi bestia respondió por mi al decirle "yo hago lo que tu quieras", Fabian se extrañó de mi respuesta y siguió riendo.
Nos duchamos juntos, no pasó a más que besos y tocadas, ambos recorrimos nuestros cuerpos con las manos esta vez, Fabian me fue a dejar al metro y nos despedimos irónicamente de la mano y un beso en la mejilla, Fabian me susurró "cuando querai", produzco un escalofrios en mi, me recorrió entero, me fui en el metro pensando lo afortunado que era al vivir todo esto con Fabia, mi flaitecito.
Y no ha pasado nada más?
ResponderEliminarSí ha pasado, y mucho, pronto pronto
Eliminar