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Mi Tío Sergio II

Aún con la universidad en paro, habían pasado dos semanas desde la última vez que me junté con Fabian, mi bestia estaba hambrienta y sedienta, pero Fabian había conseguido un trabajo mientras el paro así que no tenía tiempo para poder calmar mi bestia, sin embargo, mi bestia sería pronta a ser alimentada. Un día martes me levanté en la mañana y sonó el teléfono, fui a contestar y era mi tío Sergio, "Hola sobrino cómo está" partió diciendo, "que bueno que me contestó, quería hablar con usted", mi tío Sergio me dijo que supo por mi papá que mi universidad llevaba en paro por más de dos meses así que me quería invitar a quedarme unos días con él, ya que ahora vivía solo, no dudé ni un segundo en decirle que sí, mi tío me dijo que fue mi papá el de la idea, así que permiso no necesitaba.
Viajé el miércoles en la madrugada y llegué al terminal del pueblo donde vivía mi tío el jueves en la mañana, me fue a buscar en su camioneta y nos fuimos a su casa, la misma casa que había visitado tantas veces, y ahora solo vivía él, en la camioneta conversamos de como estaban las cosas, mi tío Sergio no se tardó en coquetear conmigo, me decía cosas como "llueve harto, pero no necesitas estar afuera para pasarla bien"; llegamos a su casa y mi bestia estaba ansiosa, pero el cansancio me ganó, así que le dije que dormiría porque en el bus no dormí casi nada.
Desperté como a las 6 de la tarde y no pillaba a mi tío, así que salí y estaba cortando leña, mi bestia se estaba volviendo loca al ver a mi tío cortando leña, la fuerza que hacía, como se le marcaban los músculos, como se marcaba su arma en esos jeans, no fui para nada discreto al mirarlo, no tenía por qué, mi tío se giró y me dijo "estoy cortando un poco de leña para que no pase frío, aunque igual conmigo no va a pasar", esas frases aumentaban sustancialmente la sed de mi bestia.
Entramos y prendió la salamandra, tomamos once y mientras lo hacíamos jugaba con mi píes entre las piernas de mi tío, mi bestia actuaba por mi, no teníamos miedo, mi tío solamente me miraba, terminamos de tomar once  y me dijo "espero que haya recuperado todas las energías con la siesta, porque ahora las va a necesitar", me tomó del brazo y me tiró sobre su sillón, esa fuerza hacía que mi bestia se volviera más sedienta aún, se sacó la camisa que llevaba y me quitó la ropa de a tirones, se acostó sobre mi y me comenzó a besar, mi bestia ya me poseía, el placer inundaba mi cuerpo, mi tío no tenía miedo en tocarme, lo hacía con tanta fuerza, se paró y sacó su espada, ahí estaba mi bestia ante el alimento favorito, comencé a hacerle sexo oral, lo hacía desde mi bestia, fuerte, como si nunca hubiera comido en mi vida, mi tío me agarró del pelo e intentaba meter toda su hacha en mi boca, pero por lo grande que era no podía, me atragantaba, lo cual al parecer lo calentaba más; mi tío Sergio me agarro y me dio vuelta sobre el sillón, quedé con todo mi trasero apuntando hacia él, expectante al placer, y comenzó a lamer, nunca me lo habían hecho y el placer era inigualable, gemía yo y a su vez mi bestia, metió un dedo y luego dos, mientras me golpeaba el trasero o lo agarraba, era todo tan placentero y excitante, me volvió a dar vuelta y nuevamente metió su arma en mi boca, mi bestia saciaba su sed, era alimentada, seguí succionado y jugando con mi lengua sobre su espada, entonces mi tío me toma de los hombros y me para, me comenzó a besar más apasionadamente, me tomó de las piernas y me levantó, y ahí comenzó a introducir su miembro, empezó rápido, no sentía dolor casi del nivel de placer, me tenía en el aire mientras me penetraba fuerte y me besaba, mi bestia entraba en la locura total.
Ahí estaba yo, en el living en donde tantas vacaciones pasé jugando con mi primo, alimentando a mi bestia sedienta. mi tío me tiró sobre la mesa donde hace unos minutos tomábamos once y seguía penetrándome con fuerza, siempre bruto, me afirmaba de los hombros y entraba cada vez más rápido y fuerte, nuestros gemidos no eran silenciados por ningún miedo, eramos libres de expresar nuestro placer, mi tío me miraba y su cara de placer volvía más loca a mi bestia, así estuvimos un buen rato hasta que mi tío salió de mi y me dijo "bebe de mi", me puse su arma en mi boca y luego de un rato disparó en mi, de lo fuerte no debí tragar, mi bestia fue alimentada, aún no saciada, quedaban aún muchos días de placer con mi tío.
Mi tío me tomó en brazos y me llevó a su tina, nos bañamos juntos, en la tina volvió a penetrarme y a alimentar mi sed, dormimos juntos exhaustos esa noche, quedamos en posición cuchara, me sentí protegido por mi tío, dormimos muy placenteramente esa noche, fue la primera de muchas.

Comentarios

  1. hno la weaita de la bestia es como media weona pareciera q teni doble personalida o una wea por el estilo eso no mas cuidese

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    Respuestas
    1. Es la idea, la bestia vive en mi, pero solo despierta aveces, soy una persona relativamente tranquila

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    2. y la Bestia más que nada es ese instinto que te empuja en situaciones de este tipo a hacer cosas que normalmente no harías.

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  2. La wea de la bestia mata las pasiones xd

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