Llevaba ya 3 días donde mi tío Sergio y no parábamos, ya iban 2 días en que nos alimentábamos mutuamente más de 6 veces por día. Mi tío me confesó que el nunca había estado con hombres, pero que desde que me llegó la pubertad no paraba de mirarme, que cada vez que íbamos a vacacionar a su casa era un martirio para él, el poder controlarse, me contaba que me imaginaba en su cama y él dándome placer, y que nunca hizo nada por respeto a mi tía y porque yo era menor de edad, eso explicaba muchas cosas, siempre sentí que mi tío me miraba mucho, llamaba constantemente a mi casa y nunca olvidaba preguntar por mi. Me sentía deseado, mi bestia, a pesar de su constante alimentación durante esos días, aún sentía sed.
Como en los 3 días no habíamos salido a ningún lado, mi tío me dijo que él conocía un río hermoso con una bella cascada, así que no dudé en que me llevara, en el camino él me miraba y sonreía, me pasaba lo mismo, mi bestia se expresaba tocándole la pierna. Cuando ya estábamos en un camino retirado de tierra, mi bestia tomó posesión de mi y le abrí el pantalón, saque su arma y comencé a hacer lo mío mientras mi tío manejaba, él no dijo nada, percibí que quedó algo en shock, lo hice lo mejor que pude, estaba algo incómodo, pero la sed era mucha, mi tío solo gemía de placer, con mi mano tocaba su hermoso abdomen, esto hacía que la sed y el hambre de mi bestia aumentara aún más, lo hice lo mejor que pude, hasta que mi tío disparó e intenté no perder nada, lo limpié y le cerré su pantalón. Mi tío no dijo nada durante media hora, pensé que estaba perplejo por lo que mi bestia me hizo hacer.
Llegamos y tal como dijo él, era un río hermoso con una bella cascada, me quedé parado apreciando, mi tío se puso atrás mio y me abrazó, me dijo al oído "no eras tan inocente como pensé, me encanta" y comenzó a besarme el cuello, luego los labios, mientras sobaba su paquete sobre mi trasero, mi bestia se volvía cada vez más loca, quería volver a alimentarse ya. Luego de ello, me dijo que nos bañáramos, que el agua era súper limpia, comencé a desvestirme y quedé en traje de baño, cuando me iba a meter mi tío me grita "no creo que el traje de baño sea necesario, sácatelo", ni pensé en ello y entré al agua desnudo, ahí noté que mi tío también lo estaba, de lo frío del agua me metí de a poco, mi tío se acercó a mi nadando y me tomó con una fuerza, que estremeció hasta mi bestia, me tomó en brazos y comenzó a besarme, no paraba de besarme con un placer, lo hacía con fuerza pero a la vez con un notable cariño, sentí en mi espalda como su espada ya estaba lista, luego me dio vuelta, no sé como, y quedé yo con mi cabeza directo a su arma, mi bestia comenzó, mientras él lamía mi trasero, entregándome un gran placer, me tenía afirmado de la cintura, dolía un poco, pero como siempre, el placer hacía que mi bestia ganara terreno en mi y hacía que olvidara el dolor. Luego me soltó delicadamente sobre el agua, estaba helada, pero mi bestia y yo ardíamos, me levantó y volvió a besarme mientras me abrazaba muy fuerte, ahí me afirmé de su cuello con mis brazos y él me levantó por las piernas, comenzó a introducir su arma de a poco, hasta que la metió de golpe, el dolor era intenso, el placer también. Me hacía saltar mientras alimentaba a mi bestia, y mientras yo lo besaba, sentía como el agua del río entraba en mi, era extraña la sensación, pero nueva y aumentaba aún más el placer, ahí estaba, en un río, con mi tío y me bestia dominándome. Me bajó y fuimos a una zona menos profunda, ahí mi tío me puso bruscamente en cuatro y de un golpe volvió a penetrarme, el placer era enorme, mi bestia salía de sus casillas, hasta que de golpe mi tío gritó y me llenó con su elixir, mi bestia era alimentada, era saciada su sed.
Después de eso nos seguimos bañando y lo volvimos a hacer dos veces más, a la vuelta, y del cansancio por tanto placer, solo llegamos a la casa y dormidos, esa noche recibí la llamada de Fabian, diciéndome que el miércoles volvíamos a clases, mi bestia al escuchar la voz de mi flaitecito se estremeció, quién lo iba a pensar, estaba al lado de mi tío Sergio y hablando por celular con Fabían, los dos hombres que han saciado una y otra vez la sed de mi bestia. Como tenía muchas cosas que hacer, esa misma noche me devolví a Santiago, cuando mi tío me fue a dejar al terminar me dijo "Esto fue el principio de todo lo que te puedo dar, no ande haciendo tonteras, cuídese para mi", sin pudor alguno y desde mi bestia me despedí de él con un beso apasionado, creo que nadie nos vio, pero aunque nos hubieran visto , no importaba, habían sido los 4 días con más de placer en lo que llevaba de vida.
Mi tío Sergio, mi cuidador silencioso, mi tío.
Como en los 3 días no habíamos salido a ningún lado, mi tío me dijo que él conocía un río hermoso con una bella cascada, así que no dudé en que me llevara, en el camino él me miraba y sonreía, me pasaba lo mismo, mi bestia se expresaba tocándole la pierna. Cuando ya estábamos en un camino retirado de tierra, mi bestia tomó posesión de mi y le abrí el pantalón, saque su arma y comencé a hacer lo mío mientras mi tío manejaba, él no dijo nada, percibí que quedó algo en shock, lo hice lo mejor que pude, estaba algo incómodo, pero la sed era mucha, mi tío solo gemía de placer, con mi mano tocaba su hermoso abdomen, esto hacía que la sed y el hambre de mi bestia aumentara aún más, lo hice lo mejor que pude, hasta que mi tío disparó e intenté no perder nada, lo limpié y le cerré su pantalón. Mi tío no dijo nada durante media hora, pensé que estaba perplejo por lo que mi bestia me hizo hacer.
Llegamos y tal como dijo él, era un río hermoso con una bella cascada, me quedé parado apreciando, mi tío se puso atrás mio y me abrazó, me dijo al oído "no eras tan inocente como pensé, me encanta" y comenzó a besarme el cuello, luego los labios, mientras sobaba su paquete sobre mi trasero, mi bestia se volvía cada vez más loca, quería volver a alimentarse ya. Luego de ello, me dijo que nos bañáramos, que el agua era súper limpia, comencé a desvestirme y quedé en traje de baño, cuando me iba a meter mi tío me grita "no creo que el traje de baño sea necesario, sácatelo", ni pensé en ello y entré al agua desnudo, ahí noté que mi tío también lo estaba, de lo frío del agua me metí de a poco, mi tío se acercó a mi nadando y me tomó con una fuerza, que estremeció hasta mi bestia, me tomó en brazos y comenzó a besarme, no paraba de besarme con un placer, lo hacía con fuerza pero a la vez con un notable cariño, sentí en mi espalda como su espada ya estaba lista, luego me dio vuelta, no sé como, y quedé yo con mi cabeza directo a su arma, mi bestia comenzó, mientras él lamía mi trasero, entregándome un gran placer, me tenía afirmado de la cintura, dolía un poco, pero como siempre, el placer hacía que mi bestia ganara terreno en mi y hacía que olvidara el dolor. Luego me soltó delicadamente sobre el agua, estaba helada, pero mi bestia y yo ardíamos, me levantó y volvió a besarme mientras me abrazaba muy fuerte, ahí me afirmé de su cuello con mis brazos y él me levantó por las piernas, comenzó a introducir su arma de a poco, hasta que la metió de golpe, el dolor era intenso, el placer también. Me hacía saltar mientras alimentaba a mi bestia, y mientras yo lo besaba, sentía como el agua del río entraba en mi, era extraña la sensación, pero nueva y aumentaba aún más el placer, ahí estaba, en un río, con mi tío y me bestia dominándome. Me bajó y fuimos a una zona menos profunda, ahí mi tío me puso bruscamente en cuatro y de un golpe volvió a penetrarme, el placer era enorme, mi bestia salía de sus casillas, hasta que de golpe mi tío gritó y me llenó con su elixir, mi bestia era alimentada, era saciada su sed.
Después de eso nos seguimos bañando y lo volvimos a hacer dos veces más, a la vuelta, y del cansancio por tanto placer, solo llegamos a la casa y dormidos, esa noche recibí la llamada de Fabian, diciéndome que el miércoles volvíamos a clases, mi bestia al escuchar la voz de mi flaitecito se estremeció, quién lo iba a pensar, estaba al lado de mi tío Sergio y hablando por celular con Fabían, los dos hombres que han saciado una y otra vez la sed de mi bestia. Como tenía muchas cosas que hacer, esa misma noche me devolví a Santiago, cuando mi tío me fue a dejar al terminar me dijo "Esto fue el principio de todo lo que te puedo dar, no ande haciendo tonteras, cuídese para mi", sin pudor alguno y desde mi bestia me despedí de él con un beso apasionado, creo que nadie nos vio, pero aunque nos hubieran visto , no importaba, habían sido los 4 días con más de placer en lo que llevaba de vida.
Mi tío Sergio, mi cuidador silencioso, mi tío.
Las meas historias con tu tio sii, ahora teni que puro contar como te ha ido con tu fabian xd
ResponderEliminarGracias, te invito a leer la cuarta parte de Bendita Universidad http://relatosf.blogspot.com/2015/02/bendita-universidad-iv.html
Eliminar