Ir al contenido principal

Entradas

Antonio, mi amigo

Fabián había dejado mi corazón roto, yo sabía que me lo había buscado, sabía que todo al final había sido mi culpa, y aunque no paraba de cuestionarme por mis propias acciones sabía que tenía que superarlo y olvidarlo porque no iba a volver. Pasé por un tiempo muy oscuro en el que me alejé de todos, quería sanar, quería hacerlo solo. Después de unos meses mis amigos se alarmaron y llegaron incluso a mi casa, entre ellos estaba Antonio. Con Antonio eramos amigos desde la media, siempre fue una amistad muy superficial con el, más que nada amigos porque teníamos amigos en común, no lo veía como algo más. Sin embargo, desde ese día en que fueron a visitarme, algo cambió. No veía a Antonio hace tiempo, y a pesar de que el fue a mi casa solo porque mis otros amigos lo invitaron, estaba muy agradecido. Antonio estaba diferente, como si una segunda pubertad le hubiera llegado, tenía más cuerpo, un poco más alto, con el mentón más pronunciado, debo decir que siempre me llamó la atención sus o...
Entradas recientes

Nuevos relatos

Se vienen nuevos relatos, ya han pasado dos años desde que subí el último (tiempo en el que estuve en una relación) y en entre Fabian y este periodo he pasado por muchas cosas

Bendita Universidad IX

Había pasado ya una semana desde mi aventura con Fabian mi flaitecito y mi tío Sergio, y las cosas no iban bien, Fabian estaba distante, hablábamos poco y no nos habíamos visto desde entonces. Por otro lado, mi tío Sergio seguía en casa insistiendo en repetir lo que había pasado, yo simplemente lo miraba cada vez que él me lo comentaba. Aburrido ya de esperar, le dije a Fabian que nos juntáramos a hablar, teníamos que hablar, lo necesitábamos. Nos juntamos en la mañana, temprano, en nuestro parque favorito, donde nadie miraba raro cuando expresábamos nuestro amor. Cuando llegó ya estaba raro, extraño, con la mirada baja, casi ni me miraba a los ojos; era obvio que algo estaba mal, ya lo sabía, sin embargo quería solucionarlo, sentía demasiadas cosas por Fabian. Lo saludé, se sentó a mi lado, le pregunté sin rodeo "¿qué pasa?", él hizo una mueca y no consiguió decir nada por un buen rato, yo solo esperaba, luego me dijo "hermano, no sé qué weá, me siento raro desde el o...

Bendita Universidad VIII X Mi Tío Sergio V

La misma semana en que había tenido la conversación con Fabian y con mi Tío Sergio estuve muy pensativo, analizando la situación, por una parte quería hacerlo, quería disfrutar de ambos, pero por el otro sentía que solo lo hacía por culpa ante lo que le hice a mi flaitecito, mi pololo. Pasó una semana en que no lo hablé con Fabian, solo le había contado que mi Tío había accedido. Mi Tío Sergio fue muy respetuoso esa semana, no intentó propasarse en ningún momento, aún así, en las noches dormí con la puerta con llave, más que temer a él, le temía a mi bestia. Empezaba la semana y ya me había decidido, quería experimentar, quería saber qué era estar con dos hombres a la vez y sobretodo, con quienes habían alimentado a mi bestia por bastante tiempo ya. Organicé todo, estuve encima de mis padres preguntándoles sobre reuniones en sus trabajos, ya que si bien los dos trabajaban, mi padre en ocasiones aparecía por la casa sin previo aviso porque terminaba alguna reunión con un cliente antes...

Mi Tío Sergio IV

Con Fabian estábamos pololeando, nos hacíamos felices, pasábamos la mayoría de la semana de nuestras vacaciones juntos, en muchos panoramas distintos y siendo uno en los lugares más raros que podíamos encontrar. Todo era una aventura. Desde hace un tiempo mi padre me venía diciendo que mi tío Sergio llamaba y preguntaba por mí, de cuándo lo iría a ver, con la excusa de que se me habían quedado algunas cosas, como era feliz con Fabian, hacía caso omiso y le decía a mi padre que dijera que no tenía tiempo. Un martes llegué a mi casa después de haber pasado el día con Fabian y ahí estaba, en el sillón del living viendo televisión, mi tío Sergio. Cuando lo vi mi cuerpo se estremeció, no esperaba verlo, no quería verlo. Mi tío giró, me vio y sonrío diciendo "¡Hola!, ¿cómo está mi sobrino favorito?", yo solo atiné a reír incómodamente, mi tío me abrazó con mucha fuerza y sentí cómo inspiró mi olor, me dijo al oído "se le extraña sobrino", lo miré y solo reí, pasé dir...

Bendita Universidad VII

Con Fabian, mi flaitecito, teníamos un "algo", una relación bajo ningún nombre, pero leal y apasionada, no nos sentábamos juntos en clases para que no tuviera problemas con sus amigos y para poder concentrarnos ambos, aunque sentarme dos filas atrás de él no me ayudaba mucho, pasaba prácticamente la mitad de la clase observando su ancha espalda, su cuello, incluso me sorprendí apreciando su cabello, pensando en como mis manos recorrían todo eso cuando eramos uno. Las cosas iban bien, salíamos a hartas partes, conocí a sus amigos, su familia, me quedaba en su casa, él también conoció a mis amigos, ante todos ellos (salvo algunos de mis amigos) eramos simples compañeros-amigos de la U. Disfrutamos en mi cama, en su cama, en la cama de mis padres, en mi living, en su living, en fin, en donde nos pillaba el momento de ser bestias. Estaba terminando el semestre que se postergó por el paro tan largo del año, yo estaba pasando todos los ramos, pero Fabian se estaba echando dos, s...

Bendita Universidad VI

Con Fabian las cosas no iban bien, desde ese viernes en química algo cambió, dejó de sentarse a mi lado, con suerte me saludaba, yo y mi bestia estábamos siendo destrozadas por completo. A pesar de todo, lo veía venir, siempre pensé que tarde o temprano mi gran fantasía terminaría, pero estaba en negación ante tanta indiferencia. Como solo quedaba dar pruebas y casi nada de clases, ya casi no veía a Fabian. Un día, en un ataque de valor, le envié un inbox por Facebook, un simple e ingenuo "Hola, ¿cómo estás?", dejó el visto cerca de las 3 de la tarde, me había dado por vencido, sentía que era lo que necesitaba para sacar la sed hacia Fabian de mi bestia, pero y ese mismo día, cerca de las 11 de la noche me respondió con un "hermano, te extraño", yo y mi bestia nos estremecimos, no sabía que decir, lo interpretaba como un grito de auxilio y toda la esperanza y sed volvió a mi. Estuvimos conversando por 3 horas solo por el chat, se notaba por como escribía que estab...